Esta noticia no pretende ser alarmista, pero nos tiene que dejar claro que es necesario hacer las inspecciones técnicas a los edificios.
El desprendimiento de una cornisa en un edificio de la calle Alcalde García Conde, de la localidad de Oviedo, ha sido origen del fatal desenlace por el que ha fallecido una mujer que paseaba con su madre ayer domingo, poco antes de la una tarde.
Parece ser que las placas que cubren parte de la fachada del edificio, construido en la década de los 60, no se encontraban ancladas convenientemente. Esta falta de sujeción en las piezas de piedra y mármol, de las que se hallan recubiertas muchas fachadas de nuestros edificios, es más habitual de lo que imaginamos y es relativamente frecuente el desprendimiento de estas piezas que, en ocasiones como esta, terminan en un accidente, como el de la noticia que nos ocupa.
En momentos como este, es cuando damos importancia al correcto mantenimiento de nuestros edificios y al cumplimento de las inspecciones técnicas requeridas; demasiado tarde, por desgracia para las víctimas.
Tanto los propietarios, a través de sus comunidades; las administraciones públicas, a través de sus organismos de vigilancia y control; como los propios viandantes y por supuesto los técnicos, debemos asumir la responsabilidad de evitar estos desgraciados accidentes.
Por regla general, la ciudadanía piensa que llevar a cabo las inspecciones técnicas de edificios y construcciones (llamadas ITE o ITC), es un mero instrumento recaudatorio; sin embargo, a la vista de lo sucedido, conviene reflexionar en que se pueden llegar a evitar consecuencias trágicas, llevando a cabo un correcto mantenimiento y revisión que convierta nuestros edificios en inmuebles seguros para los bienes y las personas del entorno.
Para la realización de estos trabajos, el profesional indicado es el aparejador o arquitecto técnico. Puedes consultar, poniéndote en contacto con nosotros.