esta es la pregunta sencilla que nos tenemos que hacer para saber si estamos derrochando energía, si entendemos esto hemos entendido todo, ¿no os habéis preguntado nunca porqué algunas bombillas calientan y otras no?
pues porque todas las bombillas producen luz pero no lo hacen de la misma forma. de forma simple (y dejando al margen la tecnología led) se puede decir que existen dos grandes tipos de bombillas: las que producen luz por incandescencia y las que producen luz por fluorescencia
¿diferencias? las bombillas incandescentes se iluminan cuando su filamento se calienta al rojo, las bombillas fluorescentes se iluminan cuando se produce una reacción de los gases que hay en su interior. teniendo este concepto claro ya se puede entender porqué unas calientan y otras no, también el siguiente e importante, que de las bombillas que calientan estamos pagando la luz que nos dan pero también el calor que emiten. alguien pensará que este gasto es residual… pues bien, sólo del 5% al 40% de electricidad consumida por una bombilla incandescente se transforma en luz, lo restante se transforma en calor que estamos pagando
es entonces fundamental reconocer las bombillas incandescentes y las fluorescentes, sencillo porque estéticamente son muy diferentes. como incandescentes están las bombillas de “toda la vida” en la que se puede ver a simple vista el filamento que se calienta al rojo y las halógenas, que aunque no visible igualmente tiene un filamento que se calienta (aunque tiene un rendimiento mejorado respecto de la anterior). como fluorescente está desde el tubo alargado que todos nos imaginamos hasta la lámpara llamada de bajo consumo, si alguien tiene dudas puede observar como se trata de un pequeño tubo fluorescente enrollado (enrollado para conseguir más longitud en menos espacio)
ahora la reflexión económica, una bombilla media (para uso salón o dormitorio, por ejemplo) encendida 4 horas al día durante un mes nos cuesta aproximadamente y dependiendo del fabricante
incandescente > coste 1,30 €/mes
halógena > coste 0,85 €/mes
bajo consumo > coste 0,28 €/mes
así que mejor dejar que sean los radiadores los que calienten la vivienda y las bombillas las que la iluminen, ¿no os parece?
Via Idealista