– La asociación del Ensanche y representantes de las personas con discapacidad reclaman mejoras ante el cambio de normativa
El Ayuntamiento de Pamplona va a empezar a estudiar las alegaciones que comerciantes del Ensanche y representantes del comité de personas con discapacidad de Navarra (Cormin) han presentado a los cambios que va a sufrir la ordenanza de las terrazas. Una nueva normativa que deberá aprobarse finalmente en un pleno, tal y como han adelantado desde el área de Seguridad Ciudadana del Consistorio pamplonés.
La modificación de la ordenanza, aprobada hace casi un año, amplía los casos en los que las terrazas pueden invadir la calzada, incluso ocupando espacios de aparcamiento. Un supuesto que ha hecho que la asociación de comerciantes del Ensanche y el Cormin presenten sendos escritos al Ayuntamiento.
REIVINDICACIÓN DESDE EL ENSANCHE
Desde la asociación de comercio, hostelería y servicios del Ensanche parten de que respaldan que haya más terrazas en la vía pública porque «dinamizan y dan vida a las calles, lo que favorece el tránsito de peatones y el comercio». En este sentido, aclaran: «No nos oponemos a la adopción de medidas que faculten la instalación de un mayor número de terrazas».
Sin embargo, hacen hincapié en una vieja reivindicación en este barrio de la ciudad: el problema de sitios para aparcar. Así, explican que si la ampliación de terrazas supone anular plazas de aparcamiento sin medidas compensatorias, el conflicto de aparcamiento en la zona se agrava. «Con nuestras alegaciones buscamos que el Ayuntamiento adopte medidas compensatorias tendentes a favorecer otras plazas de aparcamiento sustitutivas de las que se van a anular», plantean. Y añaden que «éste puede ser un buen momento para acometer una profunda revisión de la asignación de tarjetas de residentes, zonas de aparcamiento en superficie, aparcamientos de promoción privada, etc.».
EL PUNTO DE VISTA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Desde el Cormin parten de que están proliferando en el exterior de bares y cafeterías elementos que en ocasiones dificultan y llegan a poner en peligro el tránsito de personas con dicapacidad. Se refieren a estufas, mesas, sillas, etc. Ante esta tesitura, y de cara a defender la accesibilidad universal, realizan algunas recomendaciones.
Por una parte, alertan de la importancia de diferenciar con colores los elementos de cara a personas que tiene un resto visual, en casos por ejemplo de superficies vidriadas o transparentes. También indican la relevancia de que los cerramientos estables de las terrazas sean de una altura mínima y con algún elemento diferenciador.
Por otra parte, exponen que la línea de la fachada es la guía fundamental para las personas con ceguera. Aconsejan por ello que los espacios libres de obstáculos se planteen entre las fachadas y el mobiliario urbano. Y citan las estufas. Así mismo, en cuanto a los elementos ornamentales, abogan porque se coloquen en el borde la acera para dejar libre el espacio estre ellos y la fachada.
Fuente: Diario de Navarra