XXXXXX
Consejo 1: ¿Cuál es el presupuesto?
Puede parecer una obviedad, pero es sorprendente la cantidad de compradores que no empiezan por averiguar con cuánto dinero disponen para comprar una primera vivienda. Es fácil “enamorarse” de una casa que se ha visitado y olvidar el presupuesto inicial, pero ¿por qué perder el tiempo buscando viviendas que están económicamente fuera de nuestro alcance?
Antes de contratar una hipoteca, hay que asegurarse de conocer a fondo los gastos mensuales que tenemos, así como hacer una proyección en el tiempo de los ingresos que percibimos. Hay que tener en cuenta todos los factores: la seguridad de nuestro puesto de trabajo, la posibilidad de aumentos o rebajas de salario, el índice hipotecario que se va a aplicar, etc. En otras palabras, se trata de analizar los números y averiguar si nos vamos a sentir cómodos con la hipoteca que queremos contratar.
Aunque siempre habrá imprevistos, el objetivo es no tener que preocuparnos cada noche por elegir entre el pago de la hipoteca o, por ejemplo, acometer arreglos u obras que sobrevengan de forma inesperada. Hay que ser capaz de hacer frente a ambas cosas.
Consejo 2: Hay que ser realista en cuanto lo que queremos que tenga la futura vivienda.
La clave aquí está en la palabra «realista». A partir del presupuesto que tenemos es recomendable hacer una lista de lo que nos gustaría que tuviese la casa que buscamos.
La investigación es útil a la hora de elaborar esta lista. Es muy recomendable echar un vistazo a otras casas en la misma horquilla de precios y ver qué características tienen. Por ejemplo, si vemos que las viviendas que estamos investigando no disponen de cocina reformada o de trastero, tal vez sea lógico pensar que será difícil que nuestra vivienda tampoco los tenga.
Además, la lista siempre se puede actualizar más adelante si tenemos la suerte de encontrar la vivienda con todo lo que queremos.
Consejo 3: Realizar una inspección técnica de la vivienda que se va a comprar.
El objetivo de realizar esta inspección es determinar el estado de todos los elementos del inmueble: los sistemas mecánicos, la disposición general y las condiciones estético-ambientales.
Los certificados de Inspección Profesional de Vivienda (certificados IPV) pueden ser, por lo tanto, un factor decisivo para cerrar una operación de compra-venta. Para el comprador primerizo este certificado supone la seguridad de que la propiedad que le interesa está en perfecto estado, o tal vez la posibilidad de plantear un posible descuento si hubiera algún elemento defectuoso.
Consejo 4: Comprender el auténtico coste económico de mantener una vivienda en propiedad.
En ocasiones, los compradores primerizos de vivienda están tan pendientes del proceso de compra que se olvidan de lo que sucede después de firmar el contrato. En realidad, los gastos más comunes comienzan después de mudarse a la casa. Además de los pagos de la hipoteca, hay que pagar los impuestos correspondientes, el seguro de la vivienda y las cuotas de la comunidad de propietarios. Sino olvidar los problemas de mantenimiento que surgen cada cierto tiempo.
Estos gastos son una razón más para no invertir hasta el último euro en la hipoteca.
Consejo 5: A parte de la casa, es importante el vecindario.
Aunque es algo que pocos hacen, es recomendable hablar con los vecinos para obtener información sobre lo que significa vivir en esa comunidad. Unos malos vecinos pueden afectar el valor del inmueble e incluso convertir el día a día en una desagradable rutina.
En definitiva, hay mucho que pensar en la compra de una primera vivienda, pero recordar estos consejos puede servir para que el proceso sea más cómodo y el objetivo más claro. Ante un paso tan importante, tenemos que tomarnos nuestro tiempo, investigar y no dejar que nadie nos presione para comprar una casa con la que no estamos completamente seguros.
Artículo visto en Yahoo Homes